Os dejo el enlace del vídeo que viene en elmundo.es, y acontinuación os transcribo el artículo.
http://rss.elmundo.es/rss/descarga.htm?data2=120
La madre alumbró una niña perfecta con síndrome de Down y la pediatra de guardia Mercedes vio aquella nubazón, terrible y tristísima, velando los ojos de la mamá rota.
-No quiero al bebé. Llévenselo.
Sucedió en un hospital de Madrid el 6 de enero de 2008, el día en que los Reyes no fueron los padres. Si aquella mica que braceaba era un regalo, el caso es que nadie quería el paquete.
El cuento crudelísimo de Navidad lo desgranó luego desolada la pediatra Mercedes entre su familia como un SOS, compartió el parto aquel hablándolo y, de la charla, quedó un poso en la taza del alama. Pues nada. Hasta luego. Dadles besos a los niños. Nos vemos.
Aquella noche, su hermano Álvaro y su esposa, Irene, llegaron a casa marcados con alambre candente. Se miraron, tiraron de álbum y asomó una vieja idea que, en sus años de novios y de voluntariado, le daba sentido a todo.
-Álvaro, ¿tú no crees que éste es el momento?
-Sí, claro que sí.
-No podemos dejar que aquel sueño se duerma otra vez, ¿verdad?
-No, claro que no.
El sueño lo tienen ahí, en la imagen. Irene abrazando a Irene. A la mica del hospital acabó adoptándola otra familia. A la que ven en la foto la hizo hija esta pareja el 18 de abril de 2008. Tiene síndrome Down y cuenta dos años y medio; es capaz de querer hasta a un periodista; ya dice "papá", "leche", "agua" y "yogur"; y comparte cuna con un tigre que se niega a hacer declaraciones. Sus tres hermanos la llaman la pitu.
"La historia que nos contó Mercedes revivió algo que queríamos hacer desde siempre: adoptar a una persona con discapacidad", relata Irene madre. "Nos hablaron de una cría de Castilla y León a la que sus padres habían renunciado. La espera se hizo larga. Cuando te dicen que va a ser tu hija no entiendes que esté fuera. Nos la dieron en Valladolid con nueve meses. Ahí la tienes. Ella ni sabe cuánto nos da".
Irene es princesa con mucho cuento, carne de cañón de chuches, premio a la mejor actriz revelación en casa y ojos pidiendo cosquillas.[...]
Fue la historia del hospital y del bebé negado que les contó la pediatra de la familia la que "encendió la chispita", dicen. Irene se miró al espejo de 20 años atrás. Y le salió esta Irene con lacito en el pelo.
"Crecer con personas con discapacidad psíquica te hace huir de la obsesión de que tus hijos han de ser los más listos, los más guapos", dice Álvaro Alonso."Te das cuenta de que hay gente no muy lista, no muy guapa, pero capaz de querer...Cuando eres joven tienes una utopía. Con el tiempo olvidamos hacer lo que debemos hacer. Y hacerlo finalmente es una satisfacción que hace que todo encaje".
Para el resto de hijos de la casa (11, 9 y 7 años)la noticia de que venía una más en camino se acogió con la alegre normalidad de quien estrena juego de pinturas, bloc en blanco y mil hojas que fabular. En su colegio de integración, donde hay un compañero síndrome Down por clase, lo distinto es lo normal.
Cuentan que un amigo de la pareja, cuya hermana tiene la misma discapacidad que Irene, "se quedó muy pensativo" cuando se enteró de la inminente adopción. Al tiempo les dijo: "No sé si os dais cuenta de la educación maravillosa que le va a quedar por vida al resto de hermanos".
Irene es la estrella del clan, la que exige más horas, la pop-star que no suelta el micro. Un día a la semana va a natación. Dos a estimulación temprana. Otro al fisio. Acaba de destrozar un móvil. Se lo da al recién llegado y sólo le falta silbar encasquetándonos el cuerpo del delito...
"Alguien dirá: Mira éstos van de píos. No, no es verdad, no somos píos ni nada parecido", sonríe Irene.
"Tener un hijo es cuestión de humanidad. Hay 200 niños así en Madrid esperando padres. ¿Vamos a abandonarlos? Si no eres capaz de luchar por un niño, ¿de qué eres capaz?".
Los niños. Llegó el día en que la prole le fue a los abuelos con el acontecimiento con fanfarria de trompetas, tirones bajos de chaqueta y jubilosos saltos de mono. Iba a venir una hermana nueva. La iban a bañar todos. La iban a peinar todos. Iban a enseñarle latín y hasta habría que hacerle una foto con el traje del Real Madrid. Y Gonzalo exultante, porque iba a dejar de ser el pequeño.
-¿Pero no les habéis contado que la cría tiene síndrome de Down?
-Pues claro, ¿cuál es el problema?
-No sé, como están así...
No hay quien entienda a los niños.
No hay quién entienda esta página.
La foto es en blanco y negro. La Pitu es a todo color.
1 comentario:
Me alegra que te guste.
Ojala haya más gente tan valiente como ésta en este mundo, porque se les necesita.
Y reitero que me gusta que salgan en las páginas de los periódicos y no los cantamañanas a los que estamos acostumbrados.
Un beso!!;)
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