"Hors de prix"

La comedia francesa está en alza pero, ¿alcanza el estilo de los viejos filmes del género? Sinceramente no lo creo.
Hors de prix (Un Engaño de Lujo) es una comedia romántica seria, con un guión decente que pretende devolvernos el glamour y el lujo de las comedias de antaño, haciéndonos pasar un buen rato pero que solo lo consigue en determinadas ocasiones.

Sinopsis: Jean es un tímido camarero de un gran hotel que se hace pasar por multimillonario ante Irène, una bella caza fortunas. Ella le rechaza en cuanto descubre quién es en realidad, pero Jean, enamorado de ella, se lanza en su búsqueda hasta encontrarla en la Costa Azul. Pronto, al verse arruinado, Jean decide adoptar el estilo de vida de su amada y se instala como hombre de compañía. Su nueva ocupación le acerca a Irène, que termina aceptando su presencia y dándole consejos. Sin darse cuenta, Irène se encariña cada vez más con él...

La historia podría funcionar, como ya he dicho el guión es bueno, no sorprende pero está bien construido (tiene un aire al de “Las Seductoras” película protagonizada por Jennifer Love Hewitt y Sigourney Weaver).
El entorno de lujo y de glamour de la Costa Azul también acompaña y el vestuario es perfecto. Entonces, ¿qué falla? Pues lo que nunca debería fallar, los actores.

Autrey Tautou (Amelie) es una actriz muy bella no lo niego, tiene un rostro hermoso, pero debe pesar 40 kg mojada, con lo cual todo el maravilloso vestuario de la película, al no haber curvas le queda mal; incluso en algunas ocasiones los vestidos dejan ver los huesos de sus costillas, lo cual estéticamente no queda nada bien. ¡Y eso que la cámara engorda!
Respecto a su interpretación me sigo quedando con Amelie, no sé si será por el doblaje o por qué pero su personaje no acaba de convencer. En fin, que cuando leo por ahí que es la nueva Autrey Hepburn tiemblo.

Su compañero en esta ocasión es Gad Elmaleh, un actor totalmente desconocido para mí, a pesar de que ha participado en numerosas películas francesas como “El juego de los idiotas” o “Olé!”.
Pues bien Gad hace que su personaje Jean sea soso hasta decir basta. Cierto es que, es el único que te hace sonreír durante el visionado de la cinta, pero tanta inexpresividad cansa.

En fin, si queréis ver una buena comedia romántica de las de siempre “Sabrina” del genial Billy Wilder o cualquier otra es mejor opción. Vosotros mismos.